EL GATO CON RIZOS
Existia una vez un gatito muy peculiar llamado Fito distinto a los demas por tener el pelo rizado. Los otros gatos le molestaban por ser diferente y no habia dia que no pase sin que el se preguntara. ¿Porque no soy un gato normal? ¿Tengo yo la culpa de ser asi?. Cierta noche nuestro amigo salio de su casa sin querer presiguiendo a un raton; cuando se dio cuenta ya estaba muy lejos de su casa, perdido en medio de la ciudad. Temeroso de andar entre calles tenebrosas, callejones lobregos y estantes de basura, diviso un pequeño gatito que a las justas podia moverse. Era un gato sarnoso al que se la habia caido el pelo casi completamente y le gritaba: ¡Llevame! ¡No dejes que me pongan el agua negra! Nuestro amigo, al percatarse que un hombre obeso se acercaba con un envase conteniendo un sustancia negra hirviente, se esfumo cual estrella fugaz ocultandose detras de en un bote de basura. ¡Ven aca escoria! fueron las palabras del tipo antes de echarle el liquido caliente encima de la piel del indefenso animal. Perplejo y taciturno, Fito, se fue alejando hasta llegar a su casa. Cuando los otros gatos le vieron llegar comenzaron a mofarse diciendo: ¡Rizitos de oro!. A lo que Fito respondio: ¿Te crees mejor porque tienes el pelo lacio?. El gato refuto: ¿Y quien es mejor que yo? ¿tu?. Nuestro amigo sentenciando dijo: Conozco un pequeño gatito inofensivo y enfermo. El si es mejor que tu!.
Moraleja: No es lo que aparentas, es lo que llevas dentro.